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Congreso Europeo de Hinchas 2011En comunicado hecho público hoy, Football Supporters Europe (FSE), la red europea de aficionados al fútbol a la que pertenece FASFE, se ha mostrado escéptica ante las medidas contra la violencia en el fútbol anunciadas por el CSD,

la RFEF y la LFP tras el asesinato de Javier Romero Taboada en los prolegómenos del partido que disputó su equipo, el Deportivo de la Coruña, contra el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón el pasado 30 de noviembre.

Según FSE, que siempre se ha mostrado favorable a medidas preventivas y contra los castigos colectivos que han fracasado allí donde se han implementado, la adopción de medidas precipitadas al calor de acontecimientos repugnantes como los sucedidos, pueden ser contraproducentes y se debe incidir en políticas de prevención, educación y sensibilización, diálogo con los aficionados no violentos y tratamiento sancionador claro y no indiscriminado.

A continuación reproducimos íntegro el comunicado de FSE:

Las sanciones para luchar contra la violencia en el fútbol adoptadas de forma precipitada son contraproducentes

Football Supporters Europe condena los últimos incidentes violentos en el fútbol español e insta a un estudio y evaluación exhaustivos de los sucesos de Madrid. No debería procederse a castigos masivos cortoplacistas contra ciertos sectores de aficionados en toda España.

En Football Supporters Europe (FSE) nos ha conmocionado la noticia del fallecimiento del aficionado español Javier Romero Taboada. Ningún partido de fútbol en el mundo vale la vida de una persona. Por este motivo y antes de nada, queremos expresar nuestras más sinceras condolencias a su familia y amigos, les acompañamos en el sentimiento.

Precisamente por todo el dolor y rabia que provoca la muerte sin sentido de un hincha, es necesario que las autoridades y los clubes no pierdan la percepción de las raíces del problema. FSE condena absolutamente la violencia en el fútbol. La violencia repele valores como la tolerancia y el juego limpio y va en contra de una vibrante cultura de grada. Sin embargo, creemos firmemente que las reacciones de los políticos y clubes españoles son erróneas y, en nuestra opinión, pueden desencadenar consecuencias perjudiciales.

No está completamente claro que ocurrió en las calles de Madrid en la mañana del 30 de noviembre. Existen informaciones y declaraciones contradictorias y las conclusiones definitivas están todavía por llegar. Desde nuestro punto de vista, el estado de la investigación todavía no permite extraer consecuencias sustanciales del incidente.

A pesar de esto, políticos, la Federación y los clubes españoles ya han reaccionado. A la vista del estremecedor incidente que culminó con la muerte de un hincha y de la consiguiente presión pública que surge de ello, parece una reacción comprensible. No obstante, los anunciados castigos de grupos completos en todo el país, autodenominados ultras, es altamente problemática y contraproducente: grupos de hinchas han visto ya prohibida su entrada a sus estadios sin que participaran en los incidentes, y parece que se planea la criminalización total de un movimiento cultural de grada.

En primer lugar, hay poderosas razones para dudar que los castigos colectivos sean constitucionales. Además, lo que es aún peor, estas medidas también amenazan a una inmensa mayoría de hinchas jóvenes organizados en grupos como estos y que aparentemente nunca se han comportado de manera violenta o racista en el pasado, o que incluso pertenecen a grupos que han seguido un proceso positivo en los últimos años. Varios de estos grupos participan activamente en campañas sociales así como en labores contra el racismo en el fútbol en sus propios clubes y comunidades. Pero, no obstante esto, esos grupos se ven ahora incluidos en el mismo paquete junto a grupos conocidos por haberse comportado de forma abiertamente racista a lo largo de los años, y están a punto de ser castigados sin haber estado involucrados de ninguna manera en el proceso para resolver los problemas del fútbol español.

Probablemente, la adopción de las medidas anunciadas la semana pasada retrase muchos años la necesaria adopción de una cultura de grada positiva. Lo que es peor, si echamos un vistazo a la experiencia de otros países europeos, es indiscutible que las sanciones colectivas miopes, por un lado son bienvenidas por los medios de comunicación y dan una respuesta fácil a la presión pública y, por otro lado, no llevan a ninguna reducción en el largo plazo de la violencia u otros problemas como el racismo o la discriminación, que en el caso del fútbol español han sido desatendidos durante muchos años.

En FSE creemos firmemente, porque lo observamos en la realidad, que los castigos colectivos empujan a las fuerzas moderadas dentro de los grupos de hinchas hacia el radicalismo, ya que son condenados pese a ser inocentes. Creemos que las autoridades deben comprometerse a realizar una investigación exhaustiva y aplicar un tratamiento diferenciado para cada caso. Por lo tanto no podemos más que recomendar vehementemente a los responsables públicos españoles que analicen y valoren cuidadosamente el incidente ocurrido en Madrid y se abstengan de reacciones y medidas precipitadas contra grupos completos de aficionados para reducir la presión pública.

Además queremos subrayar que solo se ha conseguido el fin o la marginalización de fenómenos como la violencia y el racismo en el fútbol, en los países europeos en los que se han aplicado análisis caso por caso, diálogo con las fuerzas capaces de avanzar dentro de los grupos de aficionados presuntamente problemáticos y amplias actividades formativas y educativas, como medidas complementarias a las estrictamente de seguridad. Medidas represivas aplicadas en esos países como, por ejemplo, sanciones (colectivas) se ha demostrado que dificultan sustancialmente el desarrollo de comportamientos positivos –especialmente entre jóvenes aficionados– y han llevado a una continúa pérdida de espectadores en los estadios.

En España, nuestros afiliados y sus redes han logrado un progreso positivo en su diálogo con la Comisión Antiviolencia. FASFE (Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español), red nacional miembro de FSE, presentó el verano pasado a las autoridades españolas una evaluación de la legislación contra la violencia y el racismo desde la perspectiva de los aficionados y RAHF (Red de Aficionados e Hinchas al Fútbol) presentó asimismo propuestas de medidas preventivas vinculadas a sanciones de prohibición de acceso a estadios a hinchas violentos.

Estos aficionados siguen abiertos al diálogo y listos para contribuir a la solución de los evidentes problemas del fútbol español. Sin embargo, se encuentran estremecidos e impresionados por los sucesos y por las consecuencias anunciadas por las autoridades españolas en sus primeras declaraciones. Junto a ellos, FSE como la mayor red de aficionados europeos ruega a los responsables en materia de seguridad en el fútbol español que vuelvan a la mesa de diálogo con los aficionados. Hacemos un llamamiento al desarrollo de enfoques que preserven los elementos positivos de una vibrante cultura de grada, sin defender a los que promueven el racismo y la intolerancia amparándose en ella dentro y alrededor de los estadios españoles.

Por estas razones, instamos a los responsables españoles a no abandonar estos más que positivos avances renunciando al diálogo con las fuerzas positivas dentro de los distintos grupos de aficionados y que no lo sustituyan por medidas miopes y precipitadas, muy especialmente tras este trágico y traumático suceso. Precisamente ahora, el objetivo debería ser permanecer en contacto con cuantas fuerzas positivas dentro de los representantes de las aficiones españolas sea posible e intensificar las conversaciones con ellos, también la medida de lo posible.